Todos conocemos el Seat 600, ese coche, simpático, carismático que recorría las calles y las carreteras españolas. Todos recordamos las histórias del Seat 600 cargado hasta los topes con familias camino a Benidorm... Pero no todos saben que entre otros hubo un hombre y unos talleres que convertía los graciosos pelotillas en verdaderas máquinas de competición. Los Talleres Juncosa, de Barcelona, se encargaba de afilar dientes y convertir un Seat en un Abarth, que como ya sabreis, es la marca racing del grupo Fiat y como ya contamos, el Seat 600 construía el seilla bajo licencia Fiat.
Los talleres Juncosa, eran una empresa española especializada en la preparación y mejora de vehículos para turismo y competición, pionera de tal actividad en España y prestigiosa tanto por el número como por la calidad de los resultados y triunfos obtenidos. Creada en 1929 por Jaime Juncosa Oliva, durante los años treinta fue un taller de reparaciones especializado en coches de prestigio: Hispano-Suiza, Delage, Mercedes, etc. Su sede se encuentra en Barcelona.
Durante los años cincuenta, Juncosa se dedicó a efectuar pequeñas mejoras en todo tipo de vehículos, siendo la aparición del Seat 600 a finales del decenio lo que provocó la creación del auténtico departamento de preparaciones. Durante algún tiempo, la actividad se basó en conseguir mayores potencias en los motores y así, el primer 600 preparado por Juncosa (que tantos éxitos habría de conseguir en manos de los miembros de la familia) daba ya unos 55 CV, frente a los 28 CV de origen. En 1960, Ignacio Baixeras ganó en su categoría, con un 600 Juncosa, en el Rally de los 2.000 Virajes. Al tratarse de coches pequeños, la mayoría de victorias y resultados correspondieron durante varios años a clasificaciones de su categoría, aunque también se obtuvieron triunfos absolutos.
En 1962, Juncosa consiguió para España la representación oficial de Abarth, lo que le permitió disponer de un material más perfeccionado. Tres Fiat Abarth 600/850, conducidos por Jaime Juncosa, Jorge Palau Ribes y Víctor Sagi, formaron durante el bienio 1962-1963 un potente equipo semioficial, que acumuló buenos resultados nacionales, en aquellos años de incipiente actividad automovilística en España. Esos resultados se vieron recompensados con el doble título (Campeonato de España y de Cataluña) que Jaime Juncosa padre obtuvo en 1963.
En 1965, la empresa recibió la Medalla de San Cristóbal, concedida por el Sindicato del Transporte, y en 1966, con la entrada en liza del Seat 850, se dio un paso más en las preparaciones sobre base mecánica nacional. En rally, montaña o circuito, raro era el vencedor de las pequeñas cilindradas que no llevaba un coche preparado por Juncosa. A los títulos del hermano mayor, Jaime, seguían los del menor, Manuel, correspondiendo el Campeonato de España de Rallies de 1967 a los modelos 850 y 1000 Abarth «preparados en casa». A continuación os mostrámos algunas imágenes de estos 600 preparados por Juncosa.
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