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Conduce un Seat 600 con 600 Tour Madrid.

El Fiat 600 en Argentina

Imagina que estamos en los años 60 aproximadamente, vivimos en la España del blanco y negro. De repente una primicia mundial, el nuevo Seat 600. En este artículo queremos que te sientas como si el seiscientos fuera una novedad, como si se hubiera fabricado el primero en aquella zona franca de Barcelona. Compartimos una prueba de revistas época clásica probando el mejor coche de España. En cierto sentido, el Seat 600 ha vuelto más fuerte que nunca, para deleitar al mundo con sus tours por Madrid.

Fiat ha gastado 20.000 millones de liras (unos dos mil millones de pesetas),  en la cadena de montaje para que se produzca en gran serie. En Mayo de 1957 la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, lanzó en España el Seat 600, al principio con el mismo motor, un poco más tarde la cilindrada aumentaría rindiendo 5 cv más, siendo un coche mucho más utilizable, sobre todo en carretera. 

Los años pesan sobre su aspecto (ndlr: a nosotros nos parece precioso), se nota que ha primado el intentar sacar espacio de cualquier recoveco, por encima del diseño. La parte de adelante nos parece pasable, no así la trasera. No aprobamos las bisagras externas de las puertas, ni los indicadores posteriores porque no van en linea con el guardabarros. Respecto a la seguridad, tenemos que poner de manifiesto el peligro que supone la apertura de las puertas, en sentido contrario (mirabragas), nada justifica este tipo de apertura.

En el volante está el mando para indicar la dirección (intermitente), y la palanca de encendido de los faros.  En el centro del tablero está la llave con 3 posiciones, todo apagado, encendido pero sin arrancar y arranque. Encontramos que los pedales de acelerador y freno están demasiado juntos, junto a la palanca de cambios está el estarter. En los asientos posteriores, se encuentra la palanca para la calefacción, de difícil acceso y uso.

Para los conductores de estatura baja es incomoda porque el asiento está muy bajo, no así para conductores de estatura igual o superior a la media. El volante está demasiado alto. Otra incomodidad para el conductor es la zona abultada de la plancha por el paso de la rueda delantera izquierda, lo que deja insuficiente espacio para estirar las piernas. Este inconveniente se advierte sobre todo en viajes largos.

Por lo general, dado el carácter popular del coche no están mal aunque hay algunas cosas que merecen ser mejoradas, como por ejemplo los tapizados. La dotación de accesorios nos parece satisfactoria, he aquí la lista: dos viseras de parasol de material plástico, espejo retrovisor con luz incorporada, la lamparilla se enciende automáticamente al abrir la puerta, en el tapizado de las puertas dos bolsillos para mapas (ntdlr, en ésta época el Tom Tom...).

El coche va equipado con dispositivos de calefacción y para desempañar el parabrisas. Su eficacia es satisfactoria, pero deja pasar demasiado olores y el ruido del motor, además no es regulable obligando a tenerlo abierto o cerrado. No es suficiente el aireado interior a no tener deflectores las ventanillas, falta el cenicero (se pondrán en los otros Seat 600), 

El motor del «600 D» es un cuatro cilindros en línea; es decir, un motor plano, por cuanto el alesaje (diámetro interno de los cilindros) es de 62 mm., mientras que la carrera es de 63,5 mm.

La cilindrada total (volumen de los cuatro cilindros) es de 767 c. c. La distribución es por válvulas en cabeza; es decir, dispuestas sobre la cámara de explosión, alineadas y verticales. El árbol de levas está dispuesto al lado de los cilindros y es accionado por una cadena. El movimiento de las válvulas se obtiene por medio de varillas y balancines.

Con una relación de compresión de 7,5 : 1, la potencia máxima desarrollada, a 4.800 revoluciones por minuto, alcanza 29 CV. El carburador es un Bressel tipo 28 ICP-l de cuerpo simple, con aspiración invertida.

El encendido es por distribuidor y bobina. El avance es automático, accionado mecánicamente y provisto de un corrector neumático que funciona con la depresión existente en el colector de aspiración.

Las prestaciones del Seat 600 están condicionadas por su pequeña cilindrada, con lo que su comportamiento varia mucho dependiendo de la carga, condiciones medio ambientales y demás. La velocidad máxima declarada es 110 kilómetros/hora, nosotros solo hemos podido llegar hasta los 105. En los descensos a plena carga hay veces que había fading, es decir, que los frenos se fatigaban. En aceleración, con el coche parado, se llega a los 90 km/h en 35 segundos (Ndr, un coche normal de hoy hace de 0 a 100 en 9 o 10 segundos). Dada la cilindrada del coche no es una aceleración insuficiente, pero a efectos de seguridad en adelantamientos no estaría de más que fuese un poco mejor. 

Respecto al consumo, el constructor declara que a una velocidad de 75 km/h, consume 6 litros a los 100, nuestras mediciones revelan unos consumos de entre 5,5 litros y 7,5 si la conducción es más deportiva.